martes, 26 de mayo de 2009

Polvo: Cuando una molestia se transforma en fatalidad


Muchas personas no sabían que el azúcar podía explotar hasta el 7 de febrero de 2008, cuando una explosión conmocionó a la Imperial Sugar Company, de Port Wentworth, Georgia, dejando un saldo de 15 muertes y 40 personas heridas. Situadas justo en la periferia de la ciudad de Savannah, estas instalaciones de 91 años de antigüedad procesaban azúcar granulada e impalpable.


Si bien este incidente aún está siendo investigado por la Junta de Seguridad Química e Investigación de Riesgos de los Estados Unidos (CSB), la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) informó que la explosión inicial se produjo en un elevador de cangilones. Creen que las actividades en el silo crearon una acumulación de polvo de azúcar suspendido, combustible. La explosión dio origen al incendio y provocó el derrumbe parcial del edificio de cuatro pisos. La explosión inicial agregó más polvo combustible en la atmósfera, lo cual provocó una serie de explosiones secundarias que se extendieron en forma sucesiva por toda la galería del silo y el túnel. El fuego proveniente de las explosiones secundarias se propagó por las instalaciones de empaque y hacia el interior de los edificios adyacentes.


polvo
Fotografía aérea de la planta de Imperial Sugar luego de la explosión y el incendio.
(Foto: Cortesía dela Junta de Seguridad Química)

polvo
Un agente de la Oficina de Control de Bebidas Alcohólicas, Tabaco y Armas de Fuego apostado cerca de los restos de la planta. Más de 50 personas fueron trasladadas al hospital desde el sitio del incidente. (Foto: AP/Wide World Photos)

polvo
Imágenes de la explosión tomadas por la cámara de seguridad en la planta de Imperial Sugar durante n período de 19 segundos. (Foto: Cortesía de la Junta de Seguridad Química)

Información adicional

polvo
Incendio y explosión en Malden Mills

El 11 de diciembre de 1995 una explosión e incendio provocaron lesiones en 37 trabajadores y la destrucción de la compañía Malden Mills, fabricante de telas polar, en Methuen, Massachusetts.
De acuerdo con lo informado por OSHA, la Administración contra Incendios de los Estados Unidos y la Oficina del Jefe de Bomberos del Estado de Massachusetts, el primer evento fue probablemente una explosión de polvo que incluía fibras polar de nylon. Si bien los informes de eventos previos ocurridos en las mismas instalaciones indicaban que las fibras de nylon habían sido encendidas por electricidad estática, los gerentes y empleados, en general, no sabían que las fibras pudieran constituir un riesgo de explosión, antes de lo ocurrido en el año 1995.

Explosión e incendio en CTA Acoustics
De acuerdo con el informe final de la investigación de la Junta de Seguridad Química (CSB, por sus siglas en inglés), la explosión del 20 de febrero de 2003 en CTA Acoustics, Inc., de Corbin, Kentucky, comenzó cuando un incendio en un horno que funcionaba de manera deficiente encendió una nube de resina fenólica en polvo, generada durante la limpieza de una línea de producción. CTA utilizaba polvo de resina fenólica junto con otras materias primas para producir aislamiento acústico de fibra de vidrio para automóviles.

La CSB detectó que el uso de aire comprimido, ventiladores eléctricos y escobas para quitar el polvo formaba una nube en las proximidades del horno de la línea de producción. El control de temperatura del horno no funcionaba correctamente, lo que hacía que se calentara y por ello se dejó abierta la puerta, para poder controlar la temperatura.

De acuerdo con el informe de la CSB, la primera explosión de polvo y el incendio desencadenaron las explosiones secundarias en varias de las líneas de producción, que destruyeron gran parte del área de producción.

Al igual que Imperial Sugar, CTA tenía antecedentes de pequeños incendios provocados por la acumulación de material combustible. Rutinariamente, los empleados apagaban estos incendios utilizando extintores y mangueras, pero aquella mañana, los trabajadores estaban haciendo tareas de limpieza y no había nadie cerca del horno que funcionaba de manera deficiente, según se establece en el informe de la CSB.

Si bien este incidente aún está siendo investigado por la Junta de Seguridad Química e Investigación de Riesgos de los Estados Unidos (CSB), la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) informó que la explosión inicial se produjo en un elevador de cangilones. Creen que las actividades en el silo crearon una acumulación de polvo de azúcar suspendido, combustible. La explosión dio origen al incendio y provocó el derrumbe parcial del edificio de cuatro pisos. La explosión inicial agregó más polvo combustible en la atmósfera, lo cual provocó una serie de explosiones secundarias que se extendieron en forma sucesiva por toda la galería del silo y el túnel. El fuego proveniente de las explosiones secundarias se propagó por las instalaciones de empaque y hacia el interior de los edificios adyacentes.

Sin embargo, la explosión en Imperial Sugar no fue la única explosión atroz de polvo ocurrida en los Estados Unidos en los últimos años. De acuerdo con la CSB, hubo más de 280 explosiones de polvo desde 1980 hasta 2005, que provocaron 119 muertes y 718 heridos. No obstante ello, muchos trabajadores —aún aquellos bien entrenados en las rutinas de seguridad de sus instalaciones—desconocen los riesgos del polvo.

En términos generales, cuanto más pequeña sea la partícula de polvo, mayor será el riesgo. Una regla general de aplicación frecuente sostiene que el polvo con un tamaño de partícula de 420 micrones (tamiz de malla de 40) puede actuar como combustible en una explosión de polvo. Como marco de referencia, el azúcar de mesa habitual oscila entre aproximadamente 850 a 150 micrones, en su mayoría entre 350 y 450 micrones, según sostiene Paul Caulkins, gerente de Garantía de Calidad de Imperial Sugar. Con bastante frecuencia, los polvos comprenden una mezcla, o distribución, de tamaños. En el caso de las mezclas, otra regla general establece que sólo el 2 por ciento de los polvos debe ser de 420 micrones o menos para constituirse como potencialmente explosivo. Las fibras, debido a su formato no esférico, podrían no atravesar el tamiz de malla de 40, pero aún así representar un problema, como se ha comprobado en la explosión de Malden Mills, ocurrida en 1995, en Lawrence, Massachusetts, en la que se vieron involucradas fibras de telas. (Para obtener mayor información sobre este incidente, consulte el recuadro).

Son cinco las condiciones que aumentan el riesgo de una explosión de polvo. Si un polvo combustible se suspende en aire o en otro medio oxidante, se halla en la concentración explosiva mínima (MEC, por sus siglas en inglés), en presencia de una fuente de ignición, y confinado, entonces están dadas las condiciones para la explosión del polvo. La eliminación de al menos uno de los elementos del pentágono del polvo constituye la estrategia de control establecida en las normas sobre polvos de la NFPA.